As difficult as it is to understand the Holy Trinity, I am amazed that Jesus
even bothered to tell us about the Father, the Spirit, and himself. As if his own life, his teachings about God’s love, his miracles, his death and resurrection were not enough, he told us something about God that we never would have imagined: There are three Persons in one God. It is also something we cannot completely comprehend. So instead of trying to explain it, let’s look at what it means for us believers. One thing it shows is that God wants to be known by us. Since theologians and spiritual writers have been helping us do that for almost two thousand years, it may not seem like a big deal. But in ancient times, people expected their gods to be mysterious and hidden. Many cultures thought that you could control a spirit or god if you knew its name. So knowing anything about the inner life of a god would be huge. But our God is the only God, whom no one can control. God sees us not as a threat but as beloved children. Just as a couple falling in love wants to know everything about each other, so God wants to be known by those whom God loves. That leads to my second point. The Trinity also shows us that “God is love” (1 John 4:16) because the three Persons are united in one
God. The Persons of the Trinity already love each other perfectly, so God shares that love with us. God calls us to be united in love with God and with each other. Remember that God knows us perfectly and still loves
us. How many of us would want another person to know everything about us? Yet knowing our weaknesses and our sins does not hurt God’s love for us. On the contrary, our weaknesses allow God to help us by
answering our prayers or inspiring someone to come to our assistance. God permits us to sin, knowing that we can experience divine love in forgiveness. We may not be able to grasp the full meaning of the Holy Trinity, but knowing that God shares this with faithful people helps
us to love God even more. (Tom Schmidt).

Aunque es difícil entender la Santísima Trinidad, me
asombra que Jesús se haya molestado en hablarnos del
Padre, del Espíritu y de sí mismo. Como si su propia vida,
sus enseñanzas sobre el amor de Dios, sus milagros, su
muerte y resurrección no fueran suficientes, nos dijo algo sobre Dios que nunca hubiéramos imaginado: hay tres
Personas en un solo Dios. También es algo que no
podemos comprender por completo. Así que, en lugar de
intentar explicarlo, veamos lo que significa para nosotros
los creyentes. Una cosa que demuestra es que Dios quiere
ser conocido por nosotros. Dado que los teólogos y los
escritores espirituales nos han estado ayudando a hacer
eso durante casi dos mil años, puede que no parezca gran
cosa. Pero en la antigüedad, la gente esperaba que sus
dioses fueran misteriosos y ocultos. Muchas culturas
pensaban que se podía controlar a un espíritu o dios si se
conocía su nombre. Así que saber algo sobre la vida interior
de un dios sería enorme. Pero nuestro Dios es el único Dios
que nadie puede controlar. Dios no nos ve como una
amenaza, sino como hijos amados. Así como una pareja
que se enamora quiere saber todo el uno del otro, Dios
también quiere ser conocido por los que ama. Esto me
lleva al segundo punto. La Trinidad también nos muestra
que “Dios es amor” (1 Juan 4,16) porque las tres Personas
están unidas en un solo Dios. Las Personas de la Trinidad ya
se aman perfectamente y Dios comparte ese amor con
nosotros. Dios nos llama a estar unidos en amor con Dios y
entre nosotros. Recuerda que Dios nos conoce
perfectamente y aún nos ama. ¿Cuántos de nosotros
querríamos que otra persona supiera todo sobre nosotros?
Sin embargo, conocer nuestras debilidades y nuestros
pecados no disminuye el amor de Dios por nosotros. Al
contrario, nuestras debilidades permiten que Dios nos
ayude respondiendo nuestras oraciones o inspirando a
alguien que venga a ayudarnos. Dios nos permite pecar,
sabiendo que podemos experimentar el amor divino en el
perdón. Puede que no seamos capaces de captar el
significado completo de la Santísima Trinidad, pero saber
que Dios comparte esto con personas fieles nos ayuda a
amarlo aún más. (Tom Schmidt).